martes

Extraña


Te quiero, porque aun no te conozco,
porque de conocerte te amaría,
porque de amarte te tendría,
porque es inevitable poseer lo amado.

Conocer no es saber del todo,
antes de saberse se es todo lo probable.
Querer lo desconocido es entender lo que se pudiera conocer,
y en todo caso, amar.

Si no me conoces, soy todo lo que pueda ser.
Cada cabeza no es un mundo,
cada cabeza es una infinidad de mundos.

Querer lo desconocido es enamorarse de la propia imaginación
y de lo que el ser amado resulta en cada extensa posibilidad,
es también hacerse esclavo a quien pudiera escapar
de los trazos del pintor-poeta-loco enamorado.