Aquella tarde fue distinta.
Supongo que la recuerdas, talvez
como recuerdas mi pelo entre tus yemas
o como mis caricias.
Yo también recuerdo tus manos,
la textura de tus dedos,
recuerdo haber sentido miedo:
Miedo a que otra de esas historias tristes comience sin avisar,
Miedo a que ahora te hayas convertido tú
en la poeta que tanto he querido que seas,
miedo a conocer en ti lo que me enamora.
Mejor mantente ahí, distante
nunca reveles a mi tus pensamientos
mejor si lo supongo con este optimismo
de que no vayas a ser tú lo que sueño...
Como anoche.
Como anoche que me pasé el día contigo;
que fuimos sólo de nosotros y de nadie más;
que sentí tu abrazo como esa fuerza que amarra mi cuerpo de mi,
que hace que todo funcione perfecto; como nos sentí nuestros;
que bastaba caminar a tu lado para que todo el mundo se fuera.
Como anoche que fue extraño, como si te quisiera...
Hoy, me gustaría sólo ver tus ojos y decirte que pronto nos veremos.
lunes
Subestimar
Toda, cada poro
te he guardado en la cajita de recuerdos
y ya ni te busqué;
he ido matándote con la mala memoria
hasta que no quedo nada
de lo que realmente eres.
En tantos versos nunca quedó grabada
la esencia de todo lo que decías,
de lo que hacías.
Yo sólo fui un reportero que nunca entendió el porqué
y lo puse todo tal cual creí que sucedió...
mirándote me olvidé de mi.
Inventé en ti un montón de mis errores
y eso no fue más que yo gritándome incoherencias.
Ahora siento vergüenza,
si aun te hablaba cuando caminaba solo,
te recordaba caricias y te reencarnaba desnuda.
No se te ha escapado nada, maldita,
estoy completamente incompleto.
Te he subestimado y ya todo es pasado.
te he guardado en la cajita de recuerdos
y ya ni te busqué;
he ido matándote con la mala memoria
hasta que no quedo nada
de lo que realmente eres.
En tantos versos nunca quedó grabada
la esencia de todo lo que decías,
de lo que hacías.
Yo sólo fui un reportero que nunca entendió el porqué
y lo puse todo tal cual creí que sucedió...
mirándote me olvidé de mi.
Inventé en ti un montón de mis errores
y eso no fue más que yo gritándome incoherencias.
Ahora siento vergüenza,
si aun te hablaba cuando caminaba solo,
te recordaba caricias y te reencarnaba desnuda.
No se te ha escapado nada, maldita,
estoy completamente incompleto.
Te he subestimado y ya todo es pasado.
domingo
Purgando las penas
Estaba oscuro, esa tarde nublada
no dudó un segundo para llorar y fuerte,
con furia, como si nunca antes había llovido
sólo cinco minutos.
"No tengo tiempo" dijo;
¿Para qué lo quieres?
Déjalo correr y ser
tu vívelo y ven, conmigo o sin mí,
pero no te quedes muerta ahí.
"No tengo ganas" replicó;
cada día, por cada cosa
y cada vez más frecuente
menos ganas.
"No tengo ánimos" insistió.
No, no tienes nada... Respondí.
Ni a mí.
sábado
Cuatro
"Nada" dices, pero no entiendo
cómo nada puede mover tus manos, tus dedos,
cómo sin decir nada te envuelvo y sólo sonríes
cómo me agradas si no buscas nada de mí.
Si te mantienes ahí, distante
mirándome viendo tus ojos
escuchar mi silencio atento
y atendiendo mi nombre en tu voz.
Si me invitas a ti tranquila
segura de nada, de la nada
nada curiosa, toda consciente.
¿Cómo es que estas tan segura
de que nada va a pasar?
¿Acaso no te emocionas?
¿No te desconectas la razón?
Poeta, maldita... bonita.
Anoche me has quitado el sueño y sin querer
anoche nos besamos sin sentir
anoche te quité el sostén y no te vi ni las manos
anoche solos dormimos y sólo soñamos.
cómo nada puede mover tus manos, tus dedos,
cómo sin decir nada te envuelvo y sólo sonríes
cómo me agradas si no buscas nada de mí.
Si te mantienes ahí, distante
mirándome viendo tus ojos
escuchar mi silencio atento
y atendiendo mi nombre en tu voz.
Si me invitas a ti tranquila
segura de nada, de la nada
nada curiosa, toda consciente.
¿Cómo es que estas tan segura
de que nada va a pasar?
¿Acaso no te emocionas?
¿No te desconectas la razón?
Poeta, maldita... bonita.
Anoche me has quitado el sueño y sin querer
anoche nos besamos sin sentir
anoche te quité el sostén y no te vi ni las manos
anoche solos dormimos y sólo soñamos.
jueves
Un libro y una vida
Los poetas que nos morimos por escribir un libro y no lo hacemos,
lo hacemos porque queremos decir bien claro
lo que hiciéramos enamorados de la mujer que soñamos.
Hablar mentiras de la mujer de mentira
que es en verdad una mezcla de la primera,
la maldita, la olvidada, la no conocida, la querida
y la mamá.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)