jueves

No le pongas título y desobedece.

Aquella tarde fue distinta.
Supongo que la recuerdas, talvez
como recuerdas mi pelo entre tus yemas
o como mis caricias.

Yo también recuerdo tus manos,
la textura de tus dedos,
recuerdo haber sentido miedo:
Miedo a que otra de esas historias tristes comience sin avisar,
Miedo a que ahora te hayas convertido tú
en la poeta que tanto he querido que seas,
miedo a conocer en ti lo que me enamora.

Mejor mantente ahí, distante
nunca reveles a mi tus pensamientos
mejor si lo supongo con este optimismo
de que no vayas a ser tú lo que sueño...
Como anoche.

Como anoche que me pasé el día contigo;
que fuimos sólo de nosotros y de nadie más;
que sentí tu abrazo como esa fuerza que amarra mi cuerpo de mi,
que hace que todo funcione perfecto; como nos sentí nuestros;
que bastaba caminar a tu lado para que todo el mundo se fuera.
Como anoche que fue extraño, como si te quisiera...

Hoy, me gustaría sólo ver tus ojos y decirte que pronto nos veremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario