No se lo digas

Ya no recuerdo si la llamé o me llamó
porque esa tarde no me importó, ni el tiempo,
ni cruzar por la vera de los ojos de la muerte,
esa tarde preferí caminar tranquilo, a su lado.

Me besó despacio,
bien pude quedar embelesado con todo el aparato
que hubo en esa calle al momento,
pero sus ojos alaban mi mirada y la tendían sin reojo.

No pude quitar la vista siquiera un segundo,
más porque no quise,
menos porque era imposible,
en su llamado a la atención, no atender.

Esa tarde ató todos mis caprichos sueltos,
me enseñó, para mi mal, que ella existía,
desnudó mis mañas de andar replicando el pasado
me clavó en la memoria su lado humano.

Pero no se lo digas esta noche
que alarmará todo el entorno con sigilo
para advertir algún suspiro si es que ocurre
temerosa que alguien rompa
la regla más importante de la mecánica.

No se lo vayas a decir tampoco, ahora asustada
de que algo pueda suceder a este inaguantable.
Quédate tranquila que sé muy bien
lo que propone hacer.

Tu ausencia

Es como tratar de sacar agua
desde un pozo vacío.

Puedo notar que nuestra amistad
se desvanece cada vez más,
y no lo puedo evitar,
no te puedo reclamar nada de esto
porque sólo si quieres me lo das.

Y por más que pensé y pensé
nunca llegué a imaginar
que este sería el final.
Éramos tan buenos amigos;
eres la mejor amiga que tanto ansiaba,
que nunca había tenido
y que ahora se fue.

Cuando recuerdo viejos tiempos
es cuando duele más,
pues recuerdo esos días
en los que dependí tanto de ti,
esos días que nos contábamos
secretos tan secretos...
... entonces nada de eso volverá a pasar

Pero no te reclamo nada,

no, no te puedo reclamar.

‎"Uno acá planificando y el momento se le pasa..."

En la vida lo impreciso nos retiene la mirada
y no te agrada lo que cansa
o si las cosas pasan como indica la balanza...

Bueno es tener algo seguro y dejar que rote el mundo
a su manera
y que nos quite la pena la marea
mientras la soledad se guarda en la cartera,
y a vivir lo que nos queda.

- 05 Julio 2010