lunes

sinimitúnituyo

Sólo no tengo intención de jugar,
acabar y por todas conmigo y mi afán
de vender una historia distinta
sin ases ni trucos ni azar

Sólo no ocuparé las palabras mágicas
ni los gestos críticos, ácidos
ni las artimañas.

Ni te voy a ignorar,
ni desviaré la mirada
ni te voy a dejar de contar nada
ni te voy a dañar.

Y es que sé que funciona,
que atrae como canto de sirena
el desprecio y el juego de envolverse en misterios.

Pero no quiero, no sé, no me atrevo
a levantar ese teatro que desgasta
que te engulle y se desploma con los meses
que no dura, porque en el fondo,
se alimenta de los telones que distiende la confianza
de la duda que muere en la confidencia
del cuerpo que se deshace con el sol.

Mas te querré:
a partir de la confianza,
más allá de la confidencia,
y después que muera el sol.

viernes

Pretexto

Maldito sea el momento en que decidí
escribirle a la sombra
de todos los sueños echados
y hechos cenizas con todo y trovador
y cenicero y guía.
Y quiero que quede claro.
No soy ni seré, nunca,
un ser completo independiente ajeno desgraciado muerto frívolo sucio desalmado
o de los que superan amoríos.
Nunca lo seré
porque sería desarmar cada nervio,
cada músculo,
cada sueño y cada recuerdo en partes infinitamente pequeñas,
para luego rearmarlo todo en un horno-fogata descompuesto
y que se evapore
y se vuelva mueca de la roca que cae al mar
por error de aterrizaje de un halcón miope y torpe.
No soy un brujo feliz,
ando robando sonrisas a niños que fueron abortos
preservativos pastillas pudor y miedo,
no tengo milenios guardados en la cartera
para salir del hueco trepando el desuso de la palabra amor
y el odio
y los juegos ambos a dos de los carritos que van de aquí para allá
y de las mujersitas y los señorsitos
y la depravación de la gente decente.
No tengo la turbina que necesito,
ni el dinero para comprarla,
ni las ganas de estar solo,
ni una guitarra para saber tocarla.
No tengo nada y es decir no tengo
ni el aire que inhalo y que retengo en los túneles evitando aspirar el monóxido,
ni el monóxido
ni una mota del sueño que me dibuja contigo mañana en diez años antes de morir...
o todas las anteriores.

Te extraño.

Pero vivo de aquí y de ahora,
de lo que trabajo y regalo a la gente que paga mis horas de vigilia,
vivo de lo que estudio
y del tiempo que me toma el camino a la oficina,
de ser un joven adulto sin malicia ni rencores
ni novia
ni padre
ni Anabel.
Vivo del pasado y de lo que arrastro de él
soy un sobreviviente
y desde hace tres años olvidé leer los ojos de la chica que derrito con la mirada
el vaivén en las jugadas de ajedrez
de las ganas de dormir
sin el pesado desespero que da saber
que ella también duerme desesperada.
Vivo como se alza el día
como me dan las horas en la calle
paseando por la acera del parque o cruzando la calle que llega al trabajo,
con toda la calma de quien desea que nunca haya brecha de cruzar,
que no suba el sol,
que no se haga tarde
que no suene el celular
a menos que seas tú.
La mitad del tiempo soy
la otra pretendo no ser para no ser atrapado
por el vicio de estar definido
guardado en gaveta de gentes
y tipos y odiosos y cariñosos y viejos.
Yo soy. Y soy todo lo que pasa por mi mente
y lo que no pasa también
lo seré.

Te invito a salir del ruido,
no hablarnos,
saber de nosotros por mítica
e invocando a los dioses del deseo y el bienestar.
Te invito a juntarnos los miércoles
en el parque de mi preferencia
a tomarnos una hora de descanso y de sabernos mejor.
Te invito a no sólo pasar por mi vera,
a no saludarme como si nada pasó.

domingo

Me conoces

me conoces,
y cada una de mis palabras llega a tu mente antes de ser vista,
conoces bien mi reacción,
sabes que te disfruto,
me disfrutas.

se me hacen absurdas estas líneas,
pero sé que es formalismo, por eso aún las escribo,
eres la raíz y la silueta del árbol que construyo,
sabes bien que vivo a la medida de que faltes,
moldeado y modelado como un rompecabezas de dos piezas
al centro del paisaje.

no es destino ni suerte,
es una construcción
muy humana y muy consciente
lo que me ha llevado a comprender tu risa y tus chistes.

Aunque te sé renegada, terca, dramática y drástica,
también sé, y palpo, tu capacidad de elevarte más allá del momento per se,
más allá del acto, concebir los mensajes que estoy acostumbrado y harto
de tener que explicar.

No diré que soy para ti,
porque sé que no eres imprescindible,
porque aún tengo miedo
a que te sirvas de otro ser
sin que deje de ser espléndido, natural y sencillo,
como cada vez que salgo contigo.

miércoles

Mi propio camino

Porque a la hora de flirtear soy humo, cero, no existo,
por lo difícil que es hablar sobre tu atuendo,
tu blusa rosa transparente,
el tiro de tu sostén
porque no debo mirar tu boca si me observas
porque hoy soy tú rehén.

Se van terminando los temas 
¿qué harás al crecer? 
¿habrá valido la pena?

Me enciendes las esperanzas,
mas no espero hacerlo bien
prefiero que conozcas mi manera de ser, 
forjar en cada conversación un puente con tu ayer.

Quiero sumarte y que me sumes, 
y así multiplicarnos, 
quiero morderte los labios, 
y así mezclarnos.

viernes

Suspiro de alguna mirada

Pudimos mirarnos después de todo y querernos
Pero te faltaron las agallas al decir que todo pasa,
que dejarnos era parte del proceso;
Pudimos preguntarnos nuestros nombres 
y rayarlos en las piedras de los parques, 
pero nunca dio el espacio pa los dos.

Nos pudimos perdonar los desamores, 
renunciar a los caprichos 
y aprehendernos a esta unión, 

pero alguna mística rompíamos, 
la moral nos lo advirtió.

Suicidio

Aunque me partas en dos,
sonrío
si no hay más
vos y yo
sabemos que no hay más
nosotros
que en realidad nunca hubo
nuestro
en los ratos que compartimos

en las tardes atareadas
en las largas caminatas
en las pláticas

así,
a quema ropa,
¿qué buscas?
¿cómo me hablas así?
como si nos conociéramos
como si ya existía

y sólo para
que fue lo peor de todo
decirme que no
que no existí.

no soy de esos
fuertes
que te bendicen la suerte
y se echan a andar

mas bien soy de esos
que riega de tachuelas tus calles
que pintan de invisible tus piedras
que esperan en grada verte tropezar
y salir corriendo a levantarte
salir volando y elevarte

que tiran el agua que no toman
y se sientan a esperar tu sed
para saciarte de besos
cuando menos lo esperas
y amarte.

que sea importuno,
perdona
que no mire al cruzar
que no sienta temor
al mañana
al presente
a tu religión
ni a nada
las ganas
perdona
las agallas.

domingo

La corta distancia entre límites.

Créeme, he muerto al ver la vida cruzando mi vera a mil por hora
formando curvas de patrones indescifrables y colores absolutos nunca antes vistos.
Quedé estático, como petrificado por la incertidumbre en un mundo que no duerme siestas,
que no aviva mis ascuas y que me evita si me ve dormir.

¿Qué espero de mi? ¿acaso importa?
¿no soy, acaso, para los demás?
¿quién soy yo en este vaivén de responsabilidades,
de horas en punto y faltas de tiempo?
¿el irremediable escombro que genera el éxito?
¿el mal ejemplo?

Antes y ahora mi tiempo vale lo que produce.
Antes y ahora soy el humo que esparcen los inciensos.

¿Será que soy feliz?
¿Será que somos todos haces de luz
movidos por una inercia inquebrantable en esta órbita que nos evita chocar,
y que sin referencias fijas somos incapaces de percibir nuestro propio movimiento?

Inevitable es fluir, lo esencial es chocar,
y al hacerlo, formar destellos y estrellas.

miércoles

Este poema

Este poema lo quiero publicar
aunque no llegue a poema
ni a nota
ni a ti.

Lo quiero usar, ya sabes,
como se usan los puentes
para darte el pánico de caer al abismo de lo que está debajo
que puede no ser tanto ni tan hondo,
pero pánico.

Lo quiero usar para despertar en el sueño
y apretarte fuerte contra mi,
y que lo sientas,
que contigo no hay miedo.

También como mística,
como un dado de la suerte,
un conejillo de indias,
para acercarme a ti sin ser visto.

Quiero usar este poema
como te quiero usar a ti:
para alejarme de la muerte al morir.

viernes

Gracias

Por haberme perdonado o no haberlo hecho,
por entender mi timidez y entregarte primero,
por todas tus insinuaciones para que me atreviera
por no pasar por mi sin que te conociera.

Gracias por escucharme cuando estuve desesperado
por tenderrme una mano amiga, gracias hermano.
Porque pese a declararle guerra a todos mis principios
aun así te quedaste y amaste al niño.

Gracias por ignorarme, gracias por atenderme
gracias por explicarme que no querías tenerme.
Pasaste de mi y eso fue lo mejor que pudiste haber hecho
para ti y para mi, gracias por el desprecio.

Gracias si alguna vez soñaste conmigo
creer que me piensas me mantiene vivo,
perdona si no agradecí en el instante preciso
y, gracias, por ver en mi un amigo.

Gracias por si me amaste
y si me odiaste también;
gracias por escribir;
gracias por el papel;
gracias por dibujar en la web
un poema en mi nombre,
Eternamente, Gracias,
eso te corresponde.


domingo

Carta al verdadero adiós

Mientras crezca el amor, descuida;
comparte con tu veneno la culpa y la dicha de cada maldad
no evites mezclarte a lo plebeyo por miedo a perder la esencia en lo accesorio
no guardes el tiempo de perder la cordura, mientras el amor crezca.

No importa si tu amor de codorniz no alcanza para cruzar la calle
ni para intentar saltar el borde de la acera,
ni para nada.

No importa si no hablas conmigo,
si llegas y sonríes al caradura de la puerta,
al que te golpea con sus bíceps,
al que te mira y no te observa.

No importa porque si fuera de todos los males crece el amor,
si dentro de todos los males crece el amor,
si al lado de todos los males crece el amor,
si crece el amor
tú estarás a salvo
y, por tanto,
también yo.