miércoles

¿Qué somos sino el descaro de la ignorancia,
la indolencia y la inconsciencia besando el espejo?
Nos miramos por sobre los hombros,
y nos damos lástima,
nos damos asco;
y nos despegamos sonriendo,
y nos empujamos,
y nos evitamos fingiendo que nada pasa,
y no hablamos más que con el pensamiento;
nos hablamos a nosotros mismos.

Quisiera pararme de este trono al que llegué sonriendo
que esa esperanza ridícula de encontrarte buscándome
se quede en el olvido junto a tu fe en lo que creo.

Porque esperar algo de ti
me sabe a mierda.

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