viernes

Gracia y Mérito

¿Acaso existo para ti?
¿Acaso soy posibilidad en alguno de tus desesperados despechos?

Me he limpiado la vida de preguntas idiotas mientras miraba atento a tus ojos
Ahora todo es más claro y me sorprenden los matices de la percepción
Pues soy, de hecho, tu desesperado despecho y aun me presto a servir la cena en tu tazón preferido,
aun te recojo a las ocho y te regreso a las doce.

Ahora, señora ¿No tiene usted ninguna clase de pregunta,
o será que busca también insaciable, desesperada y por despecho
defender del por supuesto anarquista que ve desde su ventana alejarse en un coche a media noche y de su completamente cuestionable ética que siquiera reconoce vuestra moral con, precisamente, su espada moralista, encargada de hacer que las fotos importantes demandadas por el mismo protocolo nunca vayan a quedar equivocadas.




... llamate, gritate fuerte y escúchate. ¿Acaso existes para ti?

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