miércoles

Hoy se me despertó el que escribe
quizá porque no dormí,
o quizá porque estoy sensible.
Hoy quisiera que mañana seas feliz
pero sin mi, bien lejos.
Hoy quiero desaparecerme de tu juego.

Creo en la impunidad
de quien piensa antes de actuar y hablar
porque errar es tan humano como imaginar.
No busco perdonar cada detalle, sin embargo,
que has fallado porque de ti ya me he cansado y te he borrado.

Perdona que te diga lo que siento
se que te importa,
pero no es mi forma,
es desespero lo que dreno.
No quiero, sobre todo,
quitarte el polvo,
mojar tu rostro,
poner mis ideales en tu cuero.

Lo que quiero es que, (¡mierda!), te revises,
no por mi, sino por ti y por lo que exhibes.
Que pares de pensar, por un segundo,
que tu eres el ombligo del mundo
y que yo haré lo que exiges.

No hay comentarios:

Publicar un comentario